Escalofriante instante - Apuntar a los testículos en los partidos de la liga alemana de balonmano.
El equipo alemán VfL Gummersbach ha conseguido una impresionante victoria en la Liqui Moly Handball Bundesliga al derrotar al SG Flensburg-Handewitt por 34:27. Es su primera victoria contra el campeón de la Copa de Europa en los últimos 18 años.
Las recientes victorias del VfL Gummersbach van más allá de este partido, ya que incluso consiguió apartar al THW Kiel, asegurándose la sexta posición de la liga y una oportunidad en la Liga Europa. Sin embargo, esta victoria viene acompañada de un ligero revés para el Flensburg, ya que corre el riesgo de caer al tercer puesto en la última jornada, el domingo.
Al principio del partido, se produjo un momento doloroso en el minuto 4. Giorgi Tskhovrebadze, jugador del Gummersbacher, fue a por el balón, pero por desgracia golpeó accidentalmente con la rodilla en la ingle a Emil Jakobsen, jugador del Flensburg. Jakobsen se desplomó en el suelo, agarrándose la zona lesionada. El árbitro Tanja Kuttler se acercó y le dio una palmada en el hombro, exclamando: "¡No es falta!", antes de permitir que continuara el juego.
El equipo visitante empezó fuerte, ganando 6:4 (8), pero el equipo local se puso al día e incluso tomó la delantera con un mejor comienzo en la segunda parte, llegando a ir 18:15 arriba. Desgraciadamente para ellos, el Flensburg estuvo cinco minutos enteros sin marcar un gol e incluso hubo silbidos del público en un momento dado.
A falta de cinco minutos, el Gummersbach tenía una cómoda ventaja de 30:25, lo que provocó el silencio del público.
Miro Schluroff, del Gummersbach, compartió sus impresiones tras el partido: "Ha sido un partido que nunca habríamos soñado. Todo el mundo está deseando que lleguen las vacaciones de verano. Estamos encantados de haber llegado a Europa".
Simon Pytlick, del Flensburg, reconoció la derrota: "No ha sido el final que habíamos planeado. No nos quedaba energía. Queríamos ganar nuestro último partido en casa, ése era nuestro objetivo. Enhorabuena al Gummersbach, hoy ha sido mejor que nosotros".
Un viaje de diez horas en autobús debido a los atascos no pareció afectar a los jugadores del Gummersbach, que orquestaron un bonito partido y salieron victoriosos. Casualmente, este partido también marcó el último tiro a toda cancha bajo la Gürtelline, ya que Johannes Golla, del Flensburg, golpeó la zona sensible de su compañero de equipo y de la selección nacional Julian Koster al intentar apartarlo durante la escaramuza.
El Flensburg corre ahora el riesgo de descender a la tercera plaza al encajar su segunda derrota de la temporada en casa. Por su parte, el VfL Gummersbach puede disfrutar de su victoria y de su nueva clasificación para la Liga Europa.