- Backhaus quiere información del gobierno federal sobre el suministro de gas.
Los retrasos en la entrada en funcionamiento de la terminal de gas natural licuado (GNL) en Mukran en la isla de Rügen han reavivado el debate sobre la necesidad de un puerto de importación de gas en la costa báltica de Alemania.
El proyecto, que se llevó a cabo en contra de la voluntad de los residentes locales y con consecuencias ambientales, ahora se enfrenta a una falta de demanda. "Nadie lo quiere, nadie lo necesita: La terminal de GNL en Rügen es una inversión costosa e innecesaria", dijo Constantin Zerger de la Ayuda Ambiental Alemana. Las instalaciones de almacenamiento de gas de Alemania están llenas y la escasez temida nunca se materializó.
El ministro de Medio Ambiente de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, Till Backhaus (SPD), mantiene su postura crítica sobre el proyecto. Un portavoz de su ministerio dijo que Backhaus planea contactar nuevamente al ministro federal de Economía, Robert Habeck (Verdes), para saber si el gobierno federal todavía ve el riesgo de una escasez de gas. Después de intensas protestas en Rügen contra la construcción de la terminal, el gobierno estatal también se pronunció en contra del proyecto, pero las autoridades estatales estaban vinculadas por directrices de Berlín. Backhaus destacó que las evaluaciones de impacto ambiental se realizaron en un procedimiento de Estado de derecho sin interferencia externa.
El gobierno federal había impulsado la expansión de la infraestructura de importación de GNL en forma de terminales en el mar del Norte y el Báltico en respuesta al ataque de Rusia a Ucrania, con el objetivo de independizarse de los suministros de gas ruso. La amenaza de escasez fue el motivo principal por el que Mukran se incluyó en la Ley de Aceleración de GNL, que aceleró significativamente la planificación y construcción de la terminal. El ministerio de Medio Ambiente en Schwerin ya había concedido un permiso para la operación continua en abril, con el operador Deutsche Regas anunciando el inicio para mayo. Sin embargo, aún no se ha llevado a cabo la entrada en funcionamiento.
La falta de demanda para la terminal de GNL en Mukran estáraising questions about its necessity, with Constantin Zerger stating it as a costly and unnecessary investment. Despite Germany's gas storage facilities being full and the feared shortage not materializing, Till Backhaus, the Minister for Environment in Mecklenburg-Vorpommern, still holds concerns and plans to contact Federal Minister of Economics Robert Habeck to discuss the federal government's perspective on the potential gas shortage risk.