La crisis presupuestaria puede afectar gravemente a los fabricantes de automóviles
Las posibles consecuencias del ajustado presupuesto del Gobierno alemán están causando disgusto en la cumbre del automóvil de la Cancillería. Y es que el fondo para el clima y la transformación, que debía financiar medidas de política industrial, está al borde del colapso. La industria automovilística teme quedarse aún más rezagada en materia de e-movilidad.
En la cumbre del automóvil celebrada en la Cancillería, representantes empresariales y gubernamentales mostraron su unidad en torno a la expansión de la e-movilidad. Los participantes coincidieron en que el objetivo de 15 millones de coches totalmente eléctricos en las carreteras alemanas para 2030 debe alcanzarse rápidamente, explicó el portavoz del Gobierno, Steffen Hebestreit. Sin embargo, la reunión se vio ensombrecida por la crisis presupuestaria tras la sentencia del Tribunal Constitucional Federal sobre el Fondo para el Clima y la Transformación (KTF).
"Los participantes acogieron con satisfacción las medidas para fomentar el desarrollo de las capacidades de producción de semiconductores y baterías", prosiguió Hebestreit. Sin embargo, muchos de los planes de política industrial del Gobierno de coalición -desde la subvención del precio de la electricidad para las empresas que consumen mucha energía hasta los pagos multimillonarios para el establecimiento de fabricantes de baterías y chips- están en la cuerda floja como consecuencia de la sentencia del KTF.
El Canciller Federal, Olaf Scholz, había invitado a la Cancillería a asociaciones de la industria automovilística, fabricantes y proveedores de automóviles nacionales y extranjeros, así como a representantes de otros sectores, como los productores de células de baterías y los fabricantes de semiconductores. El tema central era la e-movilidad y la producción de coches eléctricos más baratos, por ejemplo. Por parte del Gobierno estuvieron representados los ministerios de Economía, Trabajo, Transportes, Medio Ambiente y Hacienda.
Falta de infraestructuras de recarga y altos precios de la electricidad
El consejero delegado del Grupo Volkswagen, Oliver Blume, ya había advertido anteriormente del fracaso de los objetivos del Gobierno alemán en materia de coches eléctricos. "El avance de la electromovilidad en Alemania y Europa es más lento de lo que se esperaba hace unos años", declaró al diario Augsburger Allgemeine. Las principales razones de esta evolución son unas peores condiciones marco, como el elevado precio de la electricidad, la caducidad de los incentivos a la compra y la falta de puntos de recarga.
El suministro y la producción de vehículos "no serían el posible cuello de botella para alcanzar el objetivo de la coalición", explicó Hildegard Müller, Presidenta de la Asociación Alemana de la Industria del Automóvil (VDA). Para ella, el problema radica sobre todo en la falta de infraestructuras de recarga y en el elevado precio de la electricidad.
Sin embargo, el Gobierno ha seguido adelante con la ampliación de la infraestructura de recarga a toda velocidad, según el Ministro Federal de Transportes, Volker Wissing. "En la actualidad hay unos 100.000 puntos de recarga de acceso público en funcionamiento en Alemania. Es el doble que hace dos años", declaró a Handelsblatt. Responsabilizó especialmente a los fabricantes.
BUND pide una reforma del impuesto de matriculación
"Es crucial que amplios sectores de la población puedan permitirse una movilidad limpia", explicó Marie-Luise Wolff, Presidenta de la Asociación Alemana de Industrias de la Energía y el Agua (BDEW). Para ello, la organización ecologista BUND reclamó una reestructuración fundamental del sistema fiscal y de subvenciones. Los vehículos grandes, pesados y de alto consumo energético deberían dejar de estar subvencionados, declaró a Redaktionsnetzwerk Deutschland Jens Hilgenberg, experto en automóviles de BUND.
Al mismo tiempo, se necesitan medidas reguladoras para garantizar que lleguen más rápidamente al mercado "vehículos asequibles con bajos requisitos energéticos y de recursos para personas con ingresos normales". Hilgenberg abogó por suprimir o, al menos, modificar en gran medida la fiscalidad de los coches de empresa y reformar el impuesto de vehículos de motor hacia un sistema que grave más los motores de combustión de alta potencia.
Fuente: www.ntv.de