Las empresas alemanas son cada vez más objeto de adquisiciones
En medio del declive económico de Alemania, los inversores extranjeros muestran un creciente interés en adquirir empresas locales. Si los poderes políticos desean evitar el traspaso de sustancia a otros territorios, deben actuar con rapidez.
Pronto, las carcajadas podrían proceder de tierras extranjeras en lugar de Alemania. Los planes para tomar el control de antiguas y robustas empresas alemanas se están poniendo en marcha en lejanas sedes corporativas. Las autoridades alemanas interpretan esto como un testimonio de la fuerza de las corporaciones alemanas.
Sin embargo, ¡eso está lejos de la verdad! La situación actual debería servir como una llamada de atención para los líderes en Berlín. Una erosión lenta pero constante de la soberanía está alimentando, en lugar de combatir, la debilidad económica.
La lista de ejemplos sigue creciendo. La compañía de petróleo de Abu Dhabi, Adnoc, planea adquirir el fabricante de plásticos Covestro con sede en Leverkusen por casi 16 mil millones de euros. El banco italiano Unicredit tiene su mirada puesta en Commerzbank, la segunda mayor institución financiera de Alemania. La compañía de logística Schenker, que en su día fue una filial rentable para la estatal Deutsche Bahn, pronto operará bajo la bandera danesa. El magnate de calefacción de Hesse, Viessmann, vendió su negocio de calderas por mil millones de dólares a un competidor estadounidense.
Desenfranchisement Económico
Las razones detrás de cada transacción varían. El comprador de Covestro en Abu Dhabi busca distanciarse de la producción de petróleo y gas perjudiciales para el medio ambiente. Unicredit, el banco italiano, busca expandir su negocio en Alemania. Deutsche Bahn necesita fondos, por lo que vende Schenker. Pero la realidad es que esta tendencia continúa es preocupante para la ubicación económica de Alemania.
Mientras las predicciones apuntan a otra contracción en la economía alemana este año y la industria informa una significativa disminución de los pedidos, la ubicación nacional está experimentando un desenfranchisement económico a través de estas sucesivas adquisiciones. A largo plazo, existe el riesgo de reubicación de sustancia y pérdida de influencia. Si los beneficios y el control continúan fluyendo hacia el extranjero, la capacidad de tomar decisiones independientes se debilita. En muchos lugares, esto se traduciría en el fin de la independencia estratégica.
En lugar de celebrar el supuesto atractivo de las empresas alemanas en el extranjero, el gobierno alemán debería estar en alerta máxima y tomar medidas contundentes. Debe cumplir con sus promesas largamente prometidas: reducir los impuestos, mejorar las opciones de depreciación, recortar la burocracia, abordar la escasez de mano de obra cualificada - más y más rápido que nunca antes. De lo contrario, Alemania corre el riesgo de presenciar la venta de su economía.
Con el banco italiano Unicredit interesado en una posible adquisición de Commerzbank, la presión sobre Alemania para actuar rápidamente y retener su soberanía económica aumenta. Si tiene éxito, el movimiento de Unicredit haría que Commerzbank, actualmente la segunda mayor institución financiera de Alemania, cayera bajo control extranjero.
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