"Agotamiento de la burocracia" - Leyes puestas a prueba: dónde ha fracasado hasta ahora la reducción de la burocracia
"(...) la obligación de registrarse (...) también puede ser cumplida (...) por la persona alojada utilizando su documento de identidad (...), su documento de identidad electrónico (...) o su permiso de residencia (...) para su lectura in situ". Artículo 1, apartado 1a de la Ley de Alivio de la Burocracia III
Lleno hasta los topes de carpetas y hasta ocho años de tramitación: actualmente no hay aerogenerador nuevo en Alemania que no lo tenga. Esto se debe, por ejemplo, a que cada uno de los cerca de 15 transportes de mercancías pesadas necesarios para la construcción debe ser autorizado por las autoridades federales, estatales y locales, dependiendo de la ruta. Y cada autorización comprende una carpeta de hasta 200 páginas. El Ministro Federal de Justicia, Marco Buschmann (FDP), diagnosticó recientemente a las empresas alemanas un "agotamiento burocrático".
La Ley IV de Alivio de la Burocracia pretende poner remedio en el primer semestre de 2024 a más tardar. El número cuatro lo deja claro: Buschmann no es el primer ministro que intenta reducir la burocracia. El tema ya ha dado lugar a tres Leyes de Alivio de la Burocracia (BEG) entre 2016 y 2019. Deberían conducir a menos papeleo, especialmente para las pequeñas y medianas empresas, ya que la burocracia cuesta a las empresas miles de millones cada año.
Un ejemplo práctico: hasta 2020, los proveedores de alojamiento tenían que hacer rellenar a mano un formulario de registro en el check-in. El BEG III permitió implantar esta obligación de información de forma electrónica, lo que supone una reducción de 52 millones de euros al año para la hostelería. Así lo señala el Consejo Nacional de Control Normativo, organismo independiente de expertos que vela por la reducción de la burocracia, en su informe anual de 2020.
"Combatir los síntomas y no las causas sistémicas"
El quid de la cuestión: las nuevas normativas hacen que se desaprovechen las simplificaciones creadas hasta ahora. En primera línea están la Ley de la Cadena de Suministro y el recálculo del impuesto de bienes inmuebles. En el caso de este último, se calcula que los costes burocráticos para la economía ascienden a 100 millones de euros. Actualmente se sigue el patrón de "dos pasos adelante y (al menos) uno atrás". "Esto es luchar contra los síntomas y no contra las causas sistémicas", critica Christoph Knill, administrativista y politólogo de la Universidad Ludwig Maximilian de Múnich.
El índice de costes de la burocracia, que el Gobierno negro-amarillo introdujo en 2012, también muestra lo enmarañada que está la situación. Se supone que la Oficina Federal de Estadística lo utiliza para representar la carga que suponen para las empresas las normativas gubernamentales. Valor inicial: 100. El valor más bajo hasta la fecha fue 96,96 en enero de 2022. El valor actual: 98,41. De ahí la quema.
Mal resultado de la prueba
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Fuente: www.stern.de