Scooter Braun dimite de su cargo directivo.
Mánager musical Scooter Braun, con más de dos décadas de experiencia en la industria de la entretenimiento, ha gestionado a artistas de lista como a Justin Bieber, Ariana Grande, David Guetta, Demi Lovato, Carly Rae Jepsen y Psy. A los 42 años, se retira de la gestión. A pesar de su retiro, sus protegidos siguen contando con él en el futuro.
Braun hizo un hueco como gestor musical durante las últimas dos décadas. Con estrellas como Bieber, Grande, Guetta, Lovato, Jepsen y Psy bajo su ala, su nombre se convirtió en sinónimo de éxito. Ahora, confirmado - se retira. En un post emotivo en Instagram, recuerda su viaje que comenzó cuando tenía 19, gestionando a un artista llamado Cato en Atlanta.
"23 años como gestor musical," escribe Braun en Instagram, "y mi viaje comenzó." Narró una vida llena de experiencias inesperadas, comparándola con la de "Forrest Gump". Después de 23 años, declara que "este capítulo como gestor musical ha llegado a su fin".
Durante dos décadas, Braun dedicó su vida adulta a la gestión de talento, 24/7, 365 días al año. Pero al ver crecer a sus hijos y enfrentar reveses personales, comprendió la importancia de su papel de padre. Las sacrificios que antes hacía ya no parecían justificables. Moviéndose adelante, estará al mando de Hybe America como CEO. Ser padre es lo prioritario ahora, seguido de sus roles de CEO y gestor musical - el último de ellos desaparecerá.
"Séte la amor viviendo"
Aunque se retira como gestor de talento, intenciona continuar apoyando a sus antiguos clientes y artistas: "Para aquellos con quienes he trabajado durante los años, solo tengo amor en mi corazón. Al transicionar a un nuevo dynamico laboral, estaré siempre ahí para ellos, sea a corta mano o a distancia". Aborda a muchas de sus estrellas en este post. "Verlos crecer en las leyendas que son hoy ha sido uno de mis mayores honores", escribe, por ejemplo, sobre Bieber y Grande, con quienes ha estado asociado desde sus primeros días.
La fama de Braun llegó más allá de la industria musical debido a un desacuerdo con Taylor Swift sobre su música. En 2019, la empresa de holding de Braun adquirió Big Machine Records - y así los derechos a los álbumes de Swift - por más de $300 millones. La operación se hizo sin el conocimiento de Swift, según afirmó en el momento. La saga terminó con Swift decidida a regrabar sus primeros seis álbumes.