Serie documental sobre Robbie Williams: "Demasiado, demasiado pronto"
Robbie Williams saltó a la fama como miembro de la boy band Take That. Tras abandonar el grupo, el cantante británico se convirtió en una de las estrellas del pop más populares de Europa, cuyo éxito superó al de sus antiguos compañeros de banda.
Pero tras la fachada de superestrella de sonrisa pícara, que entusiasmaba a decenas de miles de personas en los estadios de fútbol, se escondía una persona acosada por las dudas sobre sí misma y los problemas mentales. En la nueva serie documental de Netflix "Robbie Williams", el cantante de 49 años ofrece una visión muy íntima de su alma y su vida privada.
"Como artista, o más bien como celebridad que concede entrevistas, revelo mucho sobre mí mismo todo el tiempo", dice Williams en una entrevista con Deutsche Presse-Agentur en Londres, sonriendo. "Eso es porque no soy lo bastante inteligente como para no hacerlo". La serie de cuatro partes es "una continuación de lo que hago públicamente de todos modos", dice, "que es compartir demasiado de mí mismo".
Material de archivo de tres décadas
Para el documental, se hizo filmar mientras veía y comentaba en casa varias horas de material de archivo de los últimos 33 años, normalmente en la cama. Desde los primeros ejercicios de baile en la entrada del garaje hasta vídeos de las vacaciones, pasando por imágenes de sesiones fotográficas, del estudio o de los bastidores, entrevistas antiguas y grabaciones de conciertos, hay mucho que ver.
La cantidad de material fílmico es impresionante. Desde los 16 años, cuando se convirtió en miembro de Take That, no paraba de rodar una cámara. "No sé por qué", dice el propio Williams, algo sorprendido. "No me lo cuestionaba. Era algo normal. No había instrucciones mías a la dirección de que la gente tuviera que filmarme cada hora del día". Sin embargo, a veces se filmaba a sí mismo, al parecer como válvula de escape en momentos difíciles.
Ataque de pánico ante 90.000 espectadores
Había experimentado "demasiado, demasiado pronto", resume Williams en la serie, y a menudo se muestra autocrítico. En algunas grabaciones, dice, le resultaba difícil revivir los momentos, como cuando sufrió un ataque de pánico durante un concierto gigantesco ante 90.000 personas en Leeds. Consiguió ocultar su estado al público. Pero en el primer plano se ve que no estaba bien. A pesar de ello, volvió al escenario la noche siguiente ante 90.000 personas.
Es bien sabido que esto -y las constantes y agresivas críticas de la prensa sensacionalista británica- repercutieron negativamente en su salud mental. Williams sufría agotamiento y depresión, bebía demasiado alcohol y tomaba demasiadas pastillas.
Sufrió una recaída justo cuando conoció a su actual esposa Ayda. "Tuve la sensación de que quizá lo mejor sería irme de este mundo", admite Williams. Gracias en parte a Ayda, con la que ahora tiene cuatro hijos, dio la vuelta a la esquina.
Relaciones, rupturas, reconciliaciones
El cantante habla abiertamente de sus relaciones fallidas con sus colegas Nicole Appleton, de All Saints, y Geri Halliwell (ahora Horner), de las Spice Girls. Habla de la ruptura con su compañero musical de muchos años Guy Chambers, con quien se reconcilió. "Hablamos brevemente de la ruptura, pero no recuerdo cómo fue", bromea. "Somos amigos".
Chambers no es el único con el que la superestrella se ha peleado en alguna ocasión. Las escenas en las que insulta a sus antiguos compañeros de Take That -especialmente a Gary Barlow- son notablemente desagradables para Williams. "Ojalá no hubiera dicho eso", admite con expresión dolida. Pero como todos sabemos, Take That tuvo un final feliz. "Son mis hermanos", dice. "Les quiero de verdad".
El regreso temporal a la banda también fue "un paso vital" para llegar a donde está ahora. "En ese momento no me di cuenta del impacto que tendría", dice Williams en la entrevista con dpa. "Estaba lleno de ira, amargura, resentimiento y frustración. Y me deshice de todo eso, quedó enterrado". También agradeció poder "esconderse" en el escenario junto a los otros cuatro miembros de la banda.
Entretenida y un poco nostálgica
Un pequeño inconveniente de la serie es que nadie, aparte del propio Robbie Williams y su esposa Ayda, tiene la oportunidad de hablar, aparte de las viejas entrevistas. Habría sido interesante y emocionante escuchar las opiniones de Gary Barlow, Guy Chambers, Geri Halliwell u otros implicados, lo que habría completado el conjunto. No obstante, los cuatro episodios son muy entretenidos y un poco nostálgicos gracias a las innumerables grabaciones de archivo.
Para el propio Robbie Williams, la serie, que ahora se estrena en Netflix, tuvo un efecto "purificador", como él mismo dice. Sin embargo, cuando se le pregunta cómo se siente mentalmente hoy, se lo piensa un momento. "Las últimas cuatro semanas han sido muy buenas. Pero no sé por qué", dice el cantante. "El año que viene cumpliré 50 años y espero poder dejar atrás por fin muchas de las cosas que no me hacen bien".
Entonces Williams vuelve a mostrar su característica sonrisa. "Pero para que las cosas cambien, tienes que cambiar tú. Y soy un poco vago cuando se trata de cuidar mi propia salud mental".
Fuente: www.dpa.com